Acompañanos hoy a un lugar singular, un sitio con historia al que el mismísimo Felipe II, le otorga naturaleza de Real Sitio en el año 1560. Hablamos de Aranjuez, y concretamente de su estación de tren. El marqués de Salamanca es quien se empeña personalmente en su construcción, casi como un obsequio hacia la reina Isabel II. El inicio de su actividad tuvo lugar el 9 de febrero de 1851, y las reformas, obras y replanteos son constantes a partir de 1901, para poder atender las necesidades del tráfico, viajeros, y por supuesto de las mercancías, pues trasladaba los productos de la huerta y el campo a los mercados de Madrid.
Construida en estilo neomudéjar , ladrillo rojo visto, azulejos decorativos, artesonado, forja y un zócalo de piedra son los principales materiales que podemos apreciar, así como un paso subterráneo decorado también con azulejos, pero estos, son obra de Mario Maragliano.
Actualmente se han construido nuevos pasos peatonales, donde nosotros hemos puesto la parte de lo que mejor sabemos hacer. La instalación eléctrica de baja tensión ha sido nuestra responsabilidad, cumpliendo satisfactoriamente con toda la legislación vigente, para que dicha estación siga iluminando los trayectos e historias de nuestras vidas.
